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¿Puede el aprendizaje ser demasiado personalizado?

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PUNTOS DE VISTA ENCONTRADOS
¿PUEDE EL APRENDIZAJE SER DEMASIADO PERSONALIZADO?

 

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CRÉDITOS:
Traducción al español realizada por EDUTEKA del artículo “Should Transliteracy Replace Language Arts?” escrito por Patricia Russac & Jody Lambert. Fue publicado en la edición de Septiembre/Octubre de 2013 de la revista Learning & Leading with Technology; ISTE (International Society for Technology in Education).

 

Publicación de este documento en EDUTEKA: Octubre 01 de 2013.
Última modificación de este documento: Octubre 01 de 2013.

 

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PUNTOS DE VISTA ENCONTRADOS
¿PUEDE EL APRENDIZAJE SER DEMASIADO PERSONALIZADO?

 

Michael Peters es el facilitador de tecnología (TIC) para secundaria en el Colegio Internacional de Praga (República Checa). Antes de desempeñar su cargo actual, era un especialista en integración de las TIC en el Colegio Americano de Guatemala y en un colegio de educación básica en el Canadá.

John Hendron recibió el premio “Making IT Happen” (Hacer que suceda) otorgado en Diciembre de 2012 por la “Virginia Society for Technology in Education”. Es candidato a doctor en liderazgo educativo en la Universidad Commonwealth de Virginia, USA. 

Casi toda la información que consumimos hoy en día está personalizada. Eli Pariser describe en  su influyente libro y en su presentación en TED el fenómeno de la Burbuja de filtros”, en la que al acceder a Internet los algoritmos de los motores de búsqueda y de las redes sociales hacen juicios sobre nuestras necesidades, deseos y creencias, buscando ofrecer al usuario una experiencia individualizada.

Esto es conveniente cuando Google sabe que usted está planeando unas vacaciones y le ofrece información sobre su destino. Pero se vuelve problemático cuando su servicio de noticias solo le suministra las perspectivas políticas con las que usted ya está de acuerdo, editando todos los puntos de vista opuestos.

La educación puede caer en una trampa similar. En la actualidad, los sospechosos de siempre en la “gran educación”, así como los disruptores entrometidos como Khan Academy, se han alineado para ofrecer herramientas tecnológicas sofisticadas que permiten evaluar a nuestros estudiantes para ofrecerles soluciones altamente individualizadas a sus necesidades de aprendizaje. Mirándolas superficialmente, este tipo de ofertas son difíciles de contra argumentar.

Por supuesto que los docentes deben tener en cuenta las necesidades individuales de sus estudiantes; como también es cierto que se sirve mejor a la educación cuando se atienden los intereses y perspectivas únicas de cada aprendiz. Pero este foco exagerado en el individuo puede generar otro tipo de “burbuja de filtros”, una que enfatiza las cosas que nos hacen diferentes en lugar de las que tenemos en común. Minimiza el valor de trabajar en equipo y compartir una experiencia en común. Parece que hemos perdido el contacto con una verdad fundamental: Podemos ser todos individuos únicos, pero básicamente los seres humanos somos criaturas sociales. Así es como vivimos, trabajamos y aprendemos.

Posiblemente nos estemos acercando al punto en el que la tecnología (TIC) pueda hacer un trabajo decente evaluando las falencias en habilidades que tiene un estudiante y ofreciendo un programa para mejorarlas. Pero esto no simula de manera auténtica un entorno en el que se solucionan problemas del mundo real; pues en ese mundo real con frecuencia debemos solucionar los problemas colectivamente, en grupos, en equipos, comunidades y sociedades.
 
La educación solamente es exitosa si puede prepararnos para que apliquemos nuestros talentos individuales cuando trabajamos con otros. Esto requiere muchas veces dejar de lado nuestras necesidades individuales. Por lo general, no escogemos a nuestros colegas, ni el estilo de aprendizaje seleccionado, ni el horario o la forma en la que se evalúa el trabajo.

Por supuesto que los docentes deben preocuparse por las necesidades  individuales de sus estudiantes. Deseamos desarrollar y nutrir el talento personal, la creatividad y aún el genio. Con este propósito, alguna medida de educación individualizada es apropiada; pero como educador enfocado en las TIC, estoy a favor del uso de herramientas que nos posibilitan trabajar juntos y colaborar en formas nuevas e innovadoras.

No creo que el aprendizaje pueda volverse demasiado personalizado. Mientras educar desde la perspectiva de un estado, nacional o internacional se enfoca en las tendencias nacionales o globales, tales como construir una fuerza de trabajo que esté en capacidad de competir globalmente en carreras como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), la educación impartida por el distrito o en el nivel de la institución educativa local, debe estar mucho menos enfocada en tendencias colectivas. Por ese motivo, debemos decidir si atendemos las necesidades de nuestros países o comunidades o si atendemos las necesidades de cada niño.

Claro que hay algunas cosas que debemos aprender porque son importantes para la sociedad. Por ejemplo, no le daremos a un estudiante una licencia de conducción de auto si antes no ha recibido algún tipo de educación como chofer, pese al desinterés que pueda tener por aprender las reglas de transito.

Y seremos educadores poco éticos si no les damos a los muchachos oportunidades para enfrentarse a retos reales y simulados, incluyendo aquellos que los fuerzan a colaborar con sus compañeros. La educación personalizada puede significar que se estimulan las fortalezas de los estudiantes como también que se personaliza el currículo en base a los intereses de éstos. Pero lo que no significa es que debemos irrespetar el conocimiento de saber qué es lo que se necesita saber.

La visión de John Dewey de aprender mediante las experiencias del mundo real, todavía resuena como recordatorio de que podemos hacer más para lograr que el aprendizaje sea más auténtico y significativo para los estudiantes. De hecho, para lograr este aprendizaje personal debemos hacer varias cosas:

  • dialogar regularmente con los estudiantes sobre su aprendizaje y progreso.
  • conocer a todos y a cada uno de nuestros estudiantes, así como sus fortalezas, debilidades e intereses.
  • retar continuamente la disposición de nuestros estudiantes para maximizar su aprendizaje durante el tiempo que están a nuestro cargo.
  • preguntar continuamente en los niveles local, regional y nacional, si estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para ofrecer experiencias de alta calidad a los estudiantes.

Personalizar la educación no significa convertirla en más simple y menos auténtica. No estoy convencido que nosotros o la tecnología (TIC) estemos aquí para ofrecer el servicio ideal. Pero, si el aprendizaje personalizado puede influenciar positivamente el compromiso del estudiante durante sus años de formación, al menos lo estaremos preparando para una vida abierta a la curiosidad y a la ilustración.

Michael Peters es el facilitador de tecnología (TIC) para secundaria en el Colegio Internacional de Praga (República Checa). Antes de desempeñar su cargo actual, era un especialista en integración de las TIC en el Colegio Americano de Guatemala y en un colegio de educación básica en el Canadá.

John Hendron recibió el premio “Making IT Happen” (Hacer que suceda) otorgado en Diciembre de 2012 por la “Virginia Society for Technology in Education”. Es candidato a doctor en liderazgo educativo en la Universidad Commonwealth de Virginia, USA. 

Casi toda la información que consumimos hoy en día está personalizada. Eli Pariser describe en  su influyente libro y en su presentación en TED el fenómeno de la Burbuja de filtros”, en la que al acceder a Internet los algoritmos de los motores de búsqueda y de las redes sociales hacen juicios sobre nuestras necesidades, deseos y creencias, buscando ofrecer al usuario una experiencia individualizada.

Esto es conveniente cuando Google sabe que usted está planeando unas vacaciones y le ofrece información sobre su destino. Pero se vuelve problemático cuando su servicio de noticias solo le suministra las perspectivas políticas con las que usted ya está de acuerdo, editando todos los puntos de vista opuestos.

La educación puede caer en una trampa similar. En la actualidad, los sospechosos de siempre en la “gran educación”, así como los disruptores entrometidos como Khan Academy, se han alineado para ofrecer herramientas tecnológicas sofisticadas que permiten evaluar a nuestros estudiantes para ofrecerles soluciones altamente individualizadas a sus necesidades de aprendizaje. Mirándolas superficialmente, este tipo de ofertas son difíciles de contra argumentar.

Por supuesto que los docentes deben tener en cuenta las necesidades individuales de sus estudiantes; como también es cierto que se sirve mejor a la educación cuando se atienden los intereses y perspectivas únicas de cada aprendiz. Pero este foco exagerado en el individuo puede generar otro tipo de “burbuja de filtros”, una que enfatiza las cosas que nos hacen diferentes en lugar de las que tenemos en común. Minimiza el valor de trabajar en equipo y compartir una experiencia en común. Parece que hemos perdido el contacto con una verdad fundamental: Podemos ser todos individuos únicos, pero básicamente los seres humanos somos criaturas sociales. Así es como vivimos, trabajamos y aprendemos.

Posiblemente nos estemos acercando al punto en el que la tecnología (TIC) pueda hacer un trabajo decente evaluando las falencias en habilidades que tiene un estudiante y ofreciendo un programa para mejorarlas. Pero esto no simula de manera auténtica un entorno en el que se solucionan problemas del mundo real; pues en ese mundo real con frecuencia debemos solucionar los problemas colectivamente, en grupos, en equipos, comunidades y sociedades.
 
La educación solamente es exitosa si puede prepararnos para que apliquemos nuestros talentos individuales cuando trabajamos con otros. Esto requiere muchas veces dejar de lado nuestras necesidades individuales. Por lo general, no escogemos a nuestros colegas, ni el estilo de aprendizaje seleccionado, ni el horario o la forma en la que se evalúa el trabajo.

Por supuesto que los docentes deben preocuparse por las necesidades  individuales de sus estudiantes. Deseamos desarrollar y nutrir el talento personal, la creatividad y aún el genio. Con este propósito, alguna medida de educación individualizada es apropiada; pero como educador enfocado en las TIC, estoy a favor del uso de herramientas que nos posibilitan trabajar juntos y colaborar en formas nuevas e innovadoras.

No creo que el aprendizaje pueda volverse demasiado personalizado. Mientras educar desde la perspectiva de un estado, nacional o internacional se enfoca en las tendencias nacionales o globales, tales como construir una fuerza de trabajo que esté en capacidad de competir globalmente en carreras como ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), la educación impartida por el distrito o en el nivel de la institución educativa local, debe estar mucho menos enfocada en tendencias colectivas. Por ese motivo, debemos decidir si atendemos las necesidades de nuestros países o comunidades o si atendemos las necesidades de cada niño.

Claro que hay algunas cosas que debemos aprender porque son importantes para la sociedad. Por ejemplo, no le daremos a un estudiante una licencia de conducción de auto si antes no ha recibido algún tipo de educación como chofer, pese al desinterés que pueda tener por aprender las reglas de transito.

Y seremos educadores poco éticos si no les damos a los muchachos oportunidades para enfrentarse a retos reales y simulados, incluyendo aquellos que los fuerzan a colaborar con sus compañeros. La educación personalizada puede significar que se estimulan las fortalezas de los estudiantes como también que se personaliza el currículo en base a los intereses de éstos. Pero lo que no significa es que debemos irrespetar el conocimiento de saber qué es lo que se necesita saber.

La visión de John Dewey de aprender mediante las experiencias del mundo real, todavía resuena como recordatorio de que podemos hacer más para lograr que el aprendizaje sea más auténtico y significativo para los estudiantes. De hecho, para lograr este aprendizaje personal debemos hacer varias cosas:

  • dialogar regularmente con los estudiantes sobre su aprendizaje y progreso.
  • conocer a todos y a cada uno de nuestros estudiantes, así como sus fortalezas, debilidades e intereses.
  • retar continuamente la disposición de nuestros estudiantes para maximizar su aprendizaje durante el tiempo que están a nuestro cargo.
  • preguntar continuamente en los niveles local, regional y nacional, si estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para ofrecer experiencias de alta calidad a los estudiantes.

Personalizar la educación no significa convertirla en más simple y menos auténtica. No estoy convencido que nosotros o la tecnología (TIC) estemos aquí para ofrecer el servicio ideal. Pero, si el aprendizaje personalizado puede influenciar positivamente el compromiso del estudiante durante sus años de formación, al menos lo estaremos preparando para una vida abierta a la curiosidad y a la ilustración.

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CRÉDITOS:
Traducción al español realizada por EDUTEKA del artículo “Should Transliteracy Replace Language Arts?” escrito por Patricia Russac & Jody Lambert. Fue publicado en la edición de Septiembre/Octubre de 2013 de la revista Learning & Leading with Technology; ISTE (International Society for Technology in Education).

 

Publicación de este documento en EDUTEKA: Octubre 01 de 2013.
Última modificación de este documento: Octubre 01 de 2013.

 

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