A los docentes, por cuanto tienen que interrumpir el quehacer pedagógico para atender las situaciones que generan conflicto y buscar estrategias que mejoren las relaciones entre los educandos.

 A los compañeros y compañeras de los estudiantes agresivos, porque se ven afectados por las actitudes que asumen estos niños ya que son maltratados verbal y/o físicamente.

 A los padres de familia y/o acudientes porque deben atender los llamados que se hacen para solucionar estas situaciones, enfrentándose a procesos comportamentales y reflejos de problemáticas del hogar que se ponen en evidencia con los comportamientos de sus hijos.2Por lo anterior, se hace necesario diseñar estrategias y aplicarlas para mejorar las relaciones intergrupales e interpersonales y transformar o solucionar los comportamientos agresivos que se presenten para fortalecer la convivencia armónica, mediatizada por el diálogo y el respeto a los derechos humanos.Esta tarea compete a todos los estamentos de la comunidad educativa