Requisitos

Proceso

La pedagogía activa concibe la educación: como el señalar caminos para la autodeterminación personal y social, y como el desarrollo de la conciencia crítica por medio del análisis y la transformación de la realidad[1];  la pedagogía activa cree, entonces, en la educación impartida por la escuela, en ese espacio, en esa consecuencia; pero la relación que se da entre la realidad y la escuela es compleja, ya que no siempre se enseña a entenderla sino a evadirla, la realdad por supuesto. ¿De qué le sirve al estudiante saber la formula química de todos los elementos de la tabla periódica, si no se le enseña a conservarlos? ¿De qué le sirve saber cuánto equivale en pesos un dólar, si el oro es comprado a un valor mínimo del que es distribuido? Si “Au” fuera la designación del oro en tanto conservación de metal, no habría explotación de minas en perjuicio de la explotación de hombres ¿De qué le sirve sumar, restar, multiplicar, y dividir, si no se le enseña a calcular y a contar los índices de superpoblación que hay en su región? De esa manera comprobaría que el orden de los factores (mujer-hombre) si altera el producto. La conciencia crítica pretendida, debe saber que transformar la realidad es transformar la educación, y desde allí leer el mundo, siempre complejo, en el que estamos. 

La conciencia crítica es una lectura. La sociedad está compuesta por imaginarios, roles, materialidad, símbolos, enunciados, dispositivos de vigilancia, entre otros muchos aspectos, digamos que generalmente son esos donde se involucra la cognición que los precede y todos los seres que existen en ella: animales, objetos, hombres, dioses, cabinas telefónicas, etc. El que lee, el que tiene la capacidad de escribir un libro, imaginarlo, digitarlo o llevarlo a redacción, entregarlo a la editorial o a los amigos, presumirlo, comprarlo y leerlo es el hombre.

Todo lo anteriormente expuesto sucede en la vida, pues solo se lee el mundo en la vida o eso es lo que sabemos, sensorialmente hablando; (lógico e irremediable) leerlo es dinamizarlo y traerlo otra vez a la imaginación aunque muchas veces no se lo entienda; leer, por tanto, no es sinónimo muchas veces de entender; para entenderlo se necesita, por una parte, que las capacidades motrices que la cognición realiza estén activas; aunque el ejemplo del ciego nos pueda decir lo contrario (el ciego lee mejor el mundo, porque aparte de que no lo ve, trata de descifrarlo, y porque aunque no sabe cómo es, trata de entenderlo; de tal manera que cuando lo trae a sí mismo, lo trae como lo descifra; lo trae como lo trata de entender; con la reflexión lo trae como es lógicamente, pues lo tantea, lo acaricia; lo trae como se lo imagina; lo trae como quiera entenderlo;  aparte de que cuando lo devuelve, lo devuelve como no era; solo a la manera de sí mismo y por cierta característica se su poética); y que la conciencia crítica esté atenta, de modo que no haya persona que intervenga y manipule lo que se puede hacer por sí mismo (a beneficio de una manipulación precaria); señalar caminos para la autodeterminación personal y social significa dar independencia al sujeto para interpretar, analizar, criticar y corresponder como desee, como quiera leer y como piense que es debido; la crítica debe ser entonces a todas aquellas formas reduccionistas de lectura de la realidad, exclusivas de la educación formal, los dogmas, la tecnología, los gettos, etc. Actualmente vemos que eso se presenta en espacios como los medios masivos de comunicación, encargados de crear hábitos de  estupidización, control e hiperconfort.

Actividades Docente

Actividades Estudiante

LECTURAS COMPARTIDAS

 ANÁLISIS DE TEXTOS POÉTICOS 

EJERCICIOS DE LECTURA Y ANÁLISIS

INTERTEXTO E HIPERTEXTO.

ARCHIVO DE TEXTO.

TEXTOS EN PAPEL. 

ARCHIVOS DIGITALIZADOS DE LAS PRIMERAS CREACIONES. 

Evaluación

Notas